El pasado día 3 de diciembre, la dirección de la empresa Cap Gemini, consultora multinacional del sector TIC, presentó a sus trabajadores una propuesta de Modificación Sustancial de Condiciones de Trabajo (MSCT) consistentes en:
Equiparación y homogeneización, en derechos y condiciones laborales, de todos los empleados de Capgemini España.
Congelación salarial de todas las subidas automáticas y de todos los colectivos.
Reducción salarial a toda la plantilla.
Conversión en variable de un determinado porcentaje del salario.
Supresión de la jornada continuada de Julio y Viernes.
Medidas que carecen de sentido en una empresa que ha obtenido un 6,5% más de facturación respecto al ejercicio anterior. Por lo tanto, la única razón de ser de estas medidas son las de explotar aún más a los trabajadores para obtener mayores beneficios a costa de robárselo a ellos.
Respondiendo a esta medida unilateral por parte de la dirección de la empresa - medidas que conocemos muy bien los trabajadores de Sadiel/Ayesa Advanced Technologies -, los trabajadores de los centros de Barcelona, Zaragoza y Asturias decidieron en asamblea secundar una huelga indefinida que comenzaría el 13 de diciembre. Para el resto de centros, las secciones sindicales aprobaron un calendario de huelgas de 24h para los días 14, 18 y 20 de diciembre. En el caso de Asturias se produce un hecho, cuanto menos, curioso: la mayoría de trabajadores votan a favor de la huelga indefinida en asamblea pero es el Comité de Empresa, dominado por UGT, el que se salta la decisión de los trabajadores y se pliega alo decidido desde su sindicato en Madrid (3 días de huelga de 24h).
Ante la inminencia del comienzo de la huelga y a medida que ganaba en rotundidad, sumándose cada vez más centros a la huelga indefinida, la dirección de la empresa tuvo que plegarse y retirar su propuesta de MSCT justo 6 horas antes del comienzo de la huelga. Sin embargo, en una situación similar, en otras empresas del sector como Atos Origin y T-Systems, CCOO y UGT decidieron negociar con la dirección y tuvieron que asumir una bajada salarial generalizada.
Por lo tanto, esta es una enseñanza que debemos obtener los trabajadores: con las movilizaciones contundentes (como es una huelga indefinida) se consiguen más avances que con negociaciones y cesiones ante la empresa. Esto lo hemos comprobado los trabajadores de Sadiel cuando hace casi un año intentamos iniciar una huelga indefinida. La propia empresa, siendo consciente de la fuerza que tienen los trabajadores (incluso más consciente que los propios trabajadores) no dudó en poner en movimiento toda su maquinaria para desactivar esa huelga. Ni siquiera acudiendo a la justicia se puede garantizar ya que nos introducimos en el laberinto del legalismo y, aún dándonos la razón la Justicia, el Estado ofrece a las empresas las herramientas necesarias para sortearlo, en base a reformas laborales firmadas con la connivencia y la complicidad de los sindicatos mayoritarios. De esta manera, la CTA no aceptará ningún retroceso y estará vigilante para que no se firme ninguna concesión. La CTA solo luchará por el avance de las condiciones de la plantilla, apostando por la vía de la movilización que es la que, como vemos, nos ofrece mayor posibilidad de éxito.
La patronal se asocia en organizaciones como la CEOE, AEC, ETICOM para definir la estrategia de ataque contra la clase trabajadora. Por lo tanto, los trabajadores debemos hacer frente enfrentando órganos similares para responder. La unidad y la organización de los trabajadores es capaz no solo de hacer frente a la maquinaria empresarial sino de rebasarla y conseguir mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. Así ha sido históricamente hasta que se "implantaron" las políticas de consensos y de concesión basadas en las negociaciones de despacho, sin luz ni taquígrafos, expulsando a los trabajadores de la lucha. Es hora de dar un giro a las tornas y de volver a luchar por lo que es nuestro, dejando de lado las políticas de consenso y de realizar una acción sindical basada en la movilización y la lucha.
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